01 septiembre, 2013

Noches de verano

     Noche de tormenta. De verano. De aire puro, con ese olor a humedad y a renovación que impregna cada poro de tu piel y la atraviesa, para llegar limpio y fresco hasta lo más profundo de tu ser. Hasta el alma de cada individuo que lo respira.
     Noche que invita a soñar. A soñar con cambios. Con que la tormenta haga llegar un nuevo día lleno de deseos cumplidos. Una nueva aurora que te lleve a vivir cosas inesperadas, soñadas y añoradas. 
     Una noche sin estrellas que, sin embargo, te invita a transportarte a los lugares y planetas más remotos que se te puedan imaginar, y que puedan pasar por la mente joven y soñadora de todos los que buscan el cinturón de Orión y la majestuosidad de Andrómeda en las jóvenes y hermosas noches de verano.
     Esta noche me quedo con lo poco que me ha dado el día. Con el de que esta mágica y tormentosa noche estival derivará mañana en un nuevo día, con 24 nuevas horas que esperan mi llegada para hacerme ver, oír y sentir todo lo que el destino tenga preparado para mi. 24 horas más en las que tendré la oportunidad de hacer realidad (o intentarlo, al menos) todos esos sueños y quimeras que abordan mi cabeza en esta mágica noche de verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te gusta lo que lees?
¡No seas tímid@ y déjame tu opinión en los comentarios!