20 julio, 2020

Miedos















Alzo la mirada
desde la comodidad
de mi mullida cama,
buscando encontrar
tras el cristal
el rastro insignificante
de la luz de las estrellas.

Noche de estrellas.
Noche de sueños.
Noche de heridas
aún sin destapar.

Abro los ojos
buscando encontrar
tras el rectángulo
que encuadra mi ventana
el rastro perdido
de alguna estrella fugaz.

Cierro los ojos,
suspiro, y vuelvo a mirar,
sintiendo en las piernas
el peso de los miedos
que me atan a la cama
y me impiden cambiar
el rectángulo por el cielo.

Miedos que me pesan
como plomo en las entrañas,
que me impiden salir a buscar.

Miedos que me ahogan
como océanos en la garganta,
que no me dejar mirar completo el mar.