15 junio, 2018

A vosotros, que alcanzáis los dos patitos

Hoy en la distancia quiero que mi tinta se derrame sobre el papel en blanco por vosotros. La dejaré arrastrarse libre, soñadora, en busca de aquel momento en el que decidisteis cogeros de la mano, unir vuestros caminos y correr hacia el futuro, con miedos e incertidumbres (tal vez), pero juntos, aquel 15 de junio de hace hoy 22 años.

Soy consciente de las muchas piedras que os ha tocado saltar para poder llegar a lo que sois hoy, pero tengo el deber de confesaros una cosa: todos los buenos caminos las tienen. Y la vida no consiste en evitarlas, sino en saber levantarse y seguir andando después de tropezar y dar con las rodillas en el suelo. Por mucho que a veces os gustase quedaros un rato más sentados, la vida no para, y solo tenemos el tiempo justo para coger aliento y seguir hacia delante antes de que se vaya el próximo tren, la próxima oportunidad de crecer y ser felices. Pero qué os voy a contar yo a vosotros...

Hoy el sol empieza a recordarnos que se acerca el verano, esa época que en nuestra tierra es sinónimo de recoger los frutos. Por eso hoy quiero invitaros a recordar los vuestros, porque a veces algunos quedan ocultos o son menos visibles que otros que hablan, dan guerra, dejan trastos tirados por el salón y llenan los cubos de la ropa sucia para que aparezca a los dos días "por arte de magia" limpia y planchada en los cajones. Pero son muchos los frutos que han brotado (y que, sin duda, seguirán brotando) desde aquel día en el que una vez más el Amor trabajó para unir dos almas: las vuestras.

Como tampoco quiero alargar mucho esta "carta", voy a ir terminando con una palabra:

GRACIAS

Gracias por el enorme ejemplo que sois para mí (y, estoy segura, también para mis hermanas) porque no puedo estar más orgullosa de la casa de dónde vengo, que, como me dijisteis un día: "no son los ladrillos, la casa somos nosotros, juntos".

Gracias mamá. Gracias papá.

Gracias por dejarme ser e impulsarme a ser lo que soy hoy en día.

Besos y abrazos.

14 junio, 2018

El muro

Me descubro en el silencio.

Roto por la melodía del agua
cayendo por la cascada,
con el sueño y la esperanza
de volver a la libertad de un mar
que aún hoy sigue siendo estanco.

Aún refleja mi piel aquellos días
en los que el sol tapaba con su brillo
la sombra que enfriaba
los rincones de mis entrañas.

La sombra de aquel muro,
sin licencia,
que día a día construimos.

Momento a momento,
                      olvido a olvido,
                                    decisión a decisión.

Un muro de palabras,
de rencores y de miedos,
en el fondo de mi alma.

Un muro sin ventanas,
tan alto como el cielo,
y con un solo defecto:
             
Yo me quedé fuera
                              y a ti te dejé dentro

05 junio, 2018

Tu estrella

 "Cuando veas una estrella fugaz, guárdala en tu corazón. 
Es el alma de aquel que consiguió dar a los suyos su amor.”
Mago de Oz
     
A veces las cosas ocurren cuando menos las esperas. 
Porque nada en la vida ocurre mientras lo estés esperando. Todo ocurrirá en el mismo momento en que lo des por imposible. 

Y en ese instante aparecerá tu estrella fugaz. 

Porque podemos perder la esperanza, pero nunca debemos perder nuestros sueños y las ganas de luchar por ellos hasta hacerlos realidad. 

Y cuando más desesperado estés, ocurrirá. 

Vendrá. 
Con una sonrisa. 
Invitándote a seguir soñando. 
A seguir viviendo con ilusiones. 

Y cuando estés solo, en la penumbra de tu habitación, recordarás esa estrella. 

Tu estrella. 

La que apareció para darte un soplo de esperanza, y que ahora se ha convertido en algo físico. 
Tangible. 

Y sonreirás. 
Por primera vez sonreirás, y esa será la sonrisa más pura de tu vida. 

Una vez leí que la sonrisa más pura aparecía cuando te encuentras en completa soledad, te das cuenta de quién eres, de dónde estás, de dónde quieres llegar, y sonríes porque te sientes humildemente feliz con las respuestas que encuentras dentro de ti. 
Sonreirás al mismo tiempo que tu alma gemela. 

En la distancia. 

Sonreirá contigo en el momento en el que tú descubras que esa persona es tu estrella fugaz y tú el planeta en el que estaba esperando poder aterrizar.