02 marzo, 2019

Luz


















Apareces,
y lo llenas todo de luz.

Abres mi ventana,
y la brisa fresca de la primavera
inunda hasta el más oscuro
rincón de mi habitación.

Y de mi alma.

Aún me pregunto
cómo puede ser
que sigas aquí, a mi lado,
protegiéndome y cuidándome.

Llamándome,
a pesar de que
los vaivenes de mi vida
a veces me confundan,
haciéndome creer que
lo mejor está detrás,
para que me dé la vuelta
y deje de mirarte.

Ten paciencia.

Prometo que lo haré
lo mejor que pueda.

Pero, mientras descubro
la manera de ordenar
el caos que se extiende
en mi mirada,
cógeme la mano.

No me sueltes.

Porque mientras vaya de tu mano,
la libertad no me dará miedo.

Y seré luz, como tú eres luz
para mi vida y para la de tantos
que caminan a tu lado.

Porque no hay mayor
descanso para mi corazón
que la alegría que me llena
al escucharte y al verte,
como cada día, aquí.

A mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te gusta lo que lees?
¡No seas tímid@ y déjame tu opinión en los comentarios!